sábado, 19 de octubre de 2013

Confiscan la cultura



De un tiempo a esta parte nada parece parar a aquellos que tienen el predominio del poder en exclusiva ya sea en la administración central, autonómica o local.
Todo es susceptible de ser privatizado. El transporte, las telecomunicaciones y la energía fueron de los primeros en caer en las garras del mercado, pero lejos de parar siguen queriendo privatizar todo, la sanidad, la educación, el abastecimiento de agua y también la cultura. Nada les para a la hora de confiscar, secreta e inadvertidamente, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos.

La cultura es un mundo complejo que engloba, libros, discos, cine, teatro… Cuando los próceres de la cultura hablan de ingresos y gastos, deben tener en cuenta que no se puede tratar de la misma manera a todos los sectores que forman la cultura. Unos pueden incorporar las nuevas tecnologías para abaratar costes y aumentar la productividad, pero otros como el teatro o los conciertos en directo, difícilmente pueden entrar en esa guerra de productividad. Es imposible imaginar que se eliminen personajes en una obra de teatro o que desaparezca la percusión en un grupo de música para abaratar costes, como resulta inimaginable prescindir de personajes en un ballet.

La cultura es, pues, un bien como la educación, la sanidad o el abastecimiento de agua, cuyo beneficio social supera con creces el gasto que genera, es por tanto una inversión.

Ahora nos encontramos con que los mismos que deben velar por salvaguardar la cultura, son los primeros en pretender desprenderse de su gestión utilizando el argumentario, ya manido, de la crisis y los ajustes.

Frente a esta postura irresponsable y cínica debemos utilizar la persuasión, debemos tener el convencimiento de que podemos parar esta criba. No van a estar siempre ni ellos ni los que pretenden imponer el sistema neoliberal cueste lo que cueste. 
No van a estar siempre….


No hay comentarios:

Publicar un comentario